miércoles, 12 de agosto de 2009

Lluvia de estrellas


Una tarde agobiante para muchos...un calor insoportable para la mayoría...una noche especial para los pocos que saben de la lluvia de estrellas perseidas y una persona pensando en la efemeridad que caracteriza la existencia en este mundo...esa persona soy yo. Al final ese es el encanto de la vida: el hecho que es pasajera, hasta las estrellas con su grandor se caen en el abismo del universo regalandonos este maravilloso espectaculo. Igual es el caso de las personas que significaron algo para el mundo; se caen pero dejan atrás unas huellas brillantes que encienden la admiración de la gente. Me gustaría ser una de ellas.
Esta
atmósfera especial me hizo dar cuenta de que estoy pensando demasiado en mi futuro y que descuido el presente que es al final de las cuentas la fuente de los futuros recuerdos. No obstante cada acto esta restringido sea por la consciencia propria sea por diferentes factores fuera de mi misma. Que envidia me dan estas estrellas...estan protegidas por el sol que les proporciona luz, son admiradas por los romanticos, estudiadas por los astrólogos y se llevan bien con la oscuridad de la noche porque se completan. Yo...perdida entre millones de personas, un punto en la mapa que trata de destacarse...por lo menos en mi universo. Y no voy a continuar porque me estoy poniendo melancólica.